Ewok jam.

Le caímos a la “Casa de la Nueve”, al EWOK JAM. En el escenario estaba la vieja guitarra tipo Gibson de Roberto, que permanecía absorto en una mesa como revisando unos textos. Bajábamos los instrumentos del auto cuando llegó Antonio con un yembé Nos instalamos más rápido que de volada. Para eso Roberto ya atacaba al oido con sus acordes desgarradores. En cuanto estuvo instalada la “Pila” me trepé como gárgola que llega a su templo, y comencé a flagelarla sutil y obstinadamente. La tormenta de sonidos comenzó con un blues desgarbado y machacante. Luego, Roberto atacó su guitarra con un tiro de Bossa nova que llevaba chanfle. Gibran, en la otra guitarra, le dejo caer unas escalas locrio-mixolidias, mientras que Toño chisporroteaba con su yembé la noche. Yo, dejaba que dialogaran, solo dándoles el pulso con el bombo. Superamos sin sobresaltos ese primer tiempo. El segundo tiempo tuvo jiribilla, después de la calistenia del blues y bossa, arrrojé un tirabuzón en 7/8, Gibran con experiencia de ligas mayores se dio un festín rítmico. Roberto se agarró de donde y como pudo y comenzó su trabajo de corrosión. Sin embargo Toño, por el contrario, desconcertado y sin aliento para estos trotes… abandonó la contienda. Casi como por reflejo me desvíe a un 6/8, y la tormenta se convirtió en huracán. Ahora Roberto convertido en Zeus arrojaba rayos y centellas sonicos a los escuchas. Gibran le pintaba paisajes con sus acordes, mientras que yo afloraba con truenos y corazones desbocados desde la batería. Así, cual viles nómadas de la música, cabalgamos por ríos y montañas, mares y desiertos, hasta que por fin, al llegar el último sonido a su fin, la ovación, el inmenso, magnifico y atento aplauso de una morra solitaria (¿NO seria Euterpe en carne y Hueso?) nos entusiasmó tanto cómo el espacio vacío del "Café de la nueve". Después del "Ewok Jam" Toño se fue al Turis o al Zacas (Probablemente aguitado). Magos dijo: ¿Cómo les fue No los vi, pero los escuchaba de vez en cuando, se escuchaba curada. Roberto dijo: Como que la pila descontextualizó… La cura era percusiones y guitarra… Gibran dijo: No contaban con nuestra astucia. Un jam es una plática, diálogo con instrumentos. Sin embargo, si uno quiere ser siempre la voz de mando, el jam se convierte en monólogo. Para dialogar es necesario conocer el lenguaje, saber escuchar al otro y es difícil si no nos desprendemos denuestro ego.

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