La fe es una arma de sanación.

rapsodas

Recitemos de manera cuasi ambulante, como los antiguos rapsodas griegos. Hagamos épica de esta ciudad, como bardos, cantemos la hazaña heroica, del “niño que pela una naranja”, de “la mujer seducida en su sueño por un policía”. o deunos goliardos seguidores del vicio y el demonio. Vaguemos por los parques de esta ciudad o de plano, disfrutemos cual viles juglares, (por dinero, o por algo mas grande que el dinero) bailemos, y cantemos al pueblo.

Músicos ambulantes

En un chispazo de ingenio, a Gibran se le ocurrió salir a la calle a tocar. Sin más que agregar, tomamos flauta, acordeón, armónica, guitarra, bombo-tarola-platillo, un libro de partituras de The Beatles, y nos fuimos en busca de un lugar donde tocar. Pensamos ir al parque "Teniente Guerrero", pero finalmente, decidimos caerle al parquecito que esta donde empieza la Av. Revolución, el de la "Torre". El trip estuvo así: Comenzamos con unas interpretaciones en guitarra y flauta. Yesterday, Yellow Submarine, Here comes the Sun, P. S. I love You. Seguimos con una especie de blues para armónica y guitarra. De ahí, cambiamos a una especie de Jazz en tres tiempos, con mezclas de música mexicana con acordeón y batería, tambien una especie de marcha. Y finalizamos nuevamente con the Beatles voz, guitarra y batería. La gente del parque miraba, habia niños que se acercaban, jovenes alentando el paso, como que trataban de discernir que es lo que tocabamos, incluso hubo un vato "tecatón" que se puso a bailar al mas puro estilo "hippie". Tarde memorable sin lugar a dudas.

Sobre "Radial", en la feria del libro

Del programa de la feria del libro, señalé los eventos que me interesaban. Uno de ellos fue “Radial” proyecto de música y poesía. ¿De qué tratara?, ¿Quiénes serán? Me preguntaba. ¿Hay que ver que es lo que hacen? Preguntaban a Gibrán y a Adrián. Hay que estar ahí, quedamos. el día señalado, unas horas antes del evento me llega un correo de Paty Blake donde nos invita a leer a..."Radial" “Lazo Invisible” y “Dasein” eran la música. La Poesía correría por nuestra cuenta, Paty, Martha, Luxía… la morra de Nacho, Adrián, y yo. El público… asistencia clíckica, y uno que otro incauto que cayo en la s redes de la poesía, incluso alguien se atrevió a leer su texto… y eso ya es ganancia.

Ewok jam.

Le caímos a la “Casa de la Nueve”, al EWOK JAM. En el escenario estaba la vieja guitarra tipo Gibson de Roberto, que permanecía absorto en una mesa como revisando unos textos. Bajábamos los instrumentos del auto cuando llegó Antonio con un yembé Nos instalamos más rápido que de volada. Para eso Roberto ya atacaba al oido con sus acordes desgarradores. En cuanto estuvo instalada la “Pila” me trepé como gárgola que llega a su templo, y comencé a flagelarla sutil y obstinadamente. La tormenta de sonidos comenzó con un blues desgarbado y machacante. Luego, Roberto atacó su guitarra con un tiro de Bossa nova que llevaba chanfle. Gibran, en la otra guitarra, le dejo caer unas escalas locrio-mixolidias, mientras que Toño chisporroteaba con su yembé la noche. Yo, dejaba que dialogaran, solo dándoles el pulso con el bombo. Superamos sin sobresaltos ese primer tiempo. El segundo tiempo tuvo jiribilla, después de la calistenia del blues y bossa, arrrojé un tirabuzón en 7/8, Gibran con experiencia de ligas mayores se dio un festín rítmico. Roberto se agarró de donde y como pudo y comenzó su trabajo de corrosión. Sin embargo Toño, por el contrario, desconcertado y sin aliento para estos trotes… abandonó la contienda. Casi como por reflejo me desvíe a un 6/8, y la tormenta se convirtió en huracán. Ahora Roberto convertido en Zeus arrojaba rayos y centellas sonicos a los escuchas. Gibran le pintaba paisajes con sus acordes, mientras que yo afloraba con truenos y corazones desbocados desde la batería. Así, cual viles nómadas de la música, cabalgamos por ríos y montañas, mares y desiertos, hasta que por fin, al llegar el último sonido a su fin, la ovación, el inmenso, magnifico y atento aplauso de una morra solitaria (¿NO seria Euterpe en carne y Hueso?) nos entusiasmó tanto cómo el espacio vacío del "Café de la nueve". Después del "Ewok Jam" Toño se fue al Turis o al Zacas (Probablemente aguitado). Magos dijo: ¿Cómo les fue No los vi, pero los escuchaba de vez en cuando, se escuchaba curada. Roberto dijo: Como que la pila descontextualizó… La cura era percusiones y guitarra… Gibran dijo: No contaban con nuestra astucia. Un jam es una plática, diálogo con instrumentos. Sin embargo, si uno quiere ser siempre la voz de mando, el jam se convierte en monólogo. Para dialogar es necesario conocer el lenguaje, saber escuchar al otro y es difícil si no nos desprendemos denuestro ego.